Con todas las pruebas
presentadas, mi tratamiento fue aceptado a principios de Agosto. En un
principio iba a pincharme tres veces por semana, pero lo cambiaron y sólo tengo
que pincharme un día. Viernes por la noche, paracetamol + pinchazo de Avonex.
Cada viernes, sobre las 10 me
toca pincharme. Media hora antes saco la medicación del frigorífico, una vez
pasados estos 30 minutos (aproximadamente) toca desinfectar la zona donde
preparo la pluma, así como la zona donde toca pincharme, siempre en las
piernas, una semana la derecha y otra la izquierda, y así así voy alternando la
zona de pinchazos para evitar muchas marcas en un mismo lugar. Ya es como una
rutina.
Cuando leí todos los efectos
secundarios que podía tener, me asuste, que me podía desmayar, que me marearía,
que estaría con mucha fiebre, que o dejaría de comer o comería mucho… Dije que
no me quería pinchar, que aún iba a ser peor, que yo estaba bien y que no
quería, pero llego el viernes y era el momento de pincharme. Mis padres
estuvieron conmigo, y muy decidida yo, me pinché. Debo ser sincera, el pinchazo
en si no duele, es más la impresión de pincharte a ti misma que otra cosa. La
primera noche, después de todo lo que había leído me esperaba que fuera mucho
peor, estuve con bastante fiebre, dolor de cabeza, a penas dormí y perdí 2kg,
pero como lo esperaba mucho peor, para mí fue algo normal que me pasará eso,
acababa de inyectarme algo que mi cuerpo ya no creaba. Ahora ya no sufro ningún
efecto secundario.
Desde ese primer fin de semana de Agosto que no he dejado de
pincharme por mi misma hasta hace dos semanas. Tocaba la pierna izquierda y
dado que soy diestra, me cuesta más o le tengo manía, o exactamente no sé qué
es lo que ocurre, el caso es que me pinche como cualquier otro viernes, y fue
como si me estuviese pinchando con un millón de agujas, me dolió más de lo
normal, así que el siguiente viernes tenía miedo, no quería pincharme (y eso
que era la derecha que la tengo controlada), así que fue mi padre el que me
pincho, y no me dolió para nada, le pedí que la próxima semana me volviera a
pinchar él, y así fue, volvía a tocar la izquierda, mi padre decidido también,
me pincho, y aunque no como la otra vez, me volvió a doler, yo creo que ya es
más manía que otra cosa, pero en mi próxima visita a la neuróloga se lo
comentaré. No me gusta depender de nadie para pincharme, quiero que sea algo
que pueda hacer yo misma, aunque sea de gran ayuda que cuando tú no puedas
hacer algo, algún ser querido te ayude. Hoy, viernes, toca la pierna derecha, y
aún no sé si podré ser capaz de volverme a pinchar yo sola o necesitaré ayuda…
Os dejo un link con información
sobre Avonex
Suerte a todos con los pinchazos J
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