Bueno, y ya último día del año... Es aquí cuando toca pararse a pensar y ver las cosas buenas que nos ha traído el 2012, e intentar que el 2013 sea un poco mejor.
En mi caso, no puedo decir que 2012 haya sido un buen año, más bien ha sido pésimo... Primero la pérdida de un ser querido, y luego saber que la esclerosis múltiple va a pasar de ser una desconocida, a ser tu compañera de viajes de por vida... Las visitas al hospital han marcado mi 2012. Pero bueno, si algo he aprendido es a intentar buscar el lado positivo a todo, así que... ¡Vamos a sacarle las cosas positivas al 2012!
En primer lugar creo que debo decir que ha sido un año de experiencia, de aprender y sobretodo de sacar fuerzas de donde pensaba que ya no quedaban. He aprendido a ver la vida de una manera distinta, a saber cuáles son mis prioridades, saber que es lo que puedo y no puedo hacer, o mejor dicho, que es lo que debo y no debo hacer. He aprendido que hay momentos en los que debo anteponer mis necesidades a las de los demás, porque esta vez soy yo la que necesita que me entiendan, en consecuencia también he podido ver quien realmente esta ahí y quien por el contrario, simplemente es pasajero.
También cabe destacar que no siempre las viejas amistades son las mejores, si no que también las nuevas estarán ahí, así que me quedo con muy buenas amistades y habiendo mejorado las ya presentes.
Lo más importante es que, por si me quedaba alguna duda, tengo una familia que vale millones, unos padres que en ningún momento han dejado de preocuparse por mí, un hermano que me quiere más que a nada en el mundo y unos tíos que me quieren como a una hija y que han hecho lo posible y lo imposible por mí.
Por lo tanto, como balance de 2012, creo que ha sido un año especialmente mío, me ha hecho madurar como persona, he aprendido a valorar hasta las cosas más insignificantes, y sobretodo me ha hecho ver que siempre debo luchar por lo que creo.
Como propósitos para 2013, creo que lo que más desearía me va a ser imposible conseguirlo, pero bueno, ¡siempre hay otros caminos! Siempre he creído en eso de que "al final todo sale bien, y si no, es que no es el final", así que vamos a intentar que en 2013 siga creyendo en esto. Intentaré hacerme más fuerte si aún es posible, y seguir luchando como hasta ahora.
Así que sólo me queda desearos un feliz 2013 a todo el mundo, que disfrutéis de las últimas horas de 2012 y aprovechéis hasta el más mínimo momento.
¡Bienvenido 2013!